Dejo que caiga mi corazón y según apareciste tú para reclamarlo, estaba muy oscuro y yo algo acabado, hasta que besaste mis labios y me salvaste, mis manos eran fuertes, pero mis rodillas eran demasiado débiles como para sostenerme en tus brazos sin tener a tus pies.
Cuando me tumbaba contigo podría haberme quedado, cerrar los ojos, sentirte aquí para siempre, tu y yo juntos, nada podría ser mejor. A veces me despierto por un golpe de la puerta y te oigo llamarme, tal vez todavía te debo de estar esperando, incluso cuando sé que esto ya está acabado, no puedo evitar buscarte.
Pero hay una parte de ti que nunca conocí, todas las cosas que dijiste nunca fueron ciertas, y los juegos a los que jugaste, siempre los ganaste.
Pero prendí fuego a la lluvia y la vi caer mientras tocaba tu cara. Ardió mientras yo lloraba, porque la escuché gritando tu nombre. Prendí fuego a la lluvia, y nos lancé a las llamas, entonces sentí algo morir, porque sabía que sería la última vez la última vez.
M.P.B
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